Ed-win

Un encuentro en Coney Island

Tú con tu calma esperándome,

tuve el coraje de seguir adelante,

listo para cualquier cosa.

Estaba esperando este momento,

un poco nervioso, me apoyé en ti  y

con mis labios  casi me deslizo en tu cuello.

Sabía que eras muy delicada y de 

inmediato, tu piel se transformó en arena.

Raspando mi piel y dejando impreso mi cuerpo

dentro del  tuyo, los dos juntos llenos de arena.

Me entregué dejándome caer, y enseguida 

estaba flotando en tus brazos.

Me encanta como tocas  todo mi cuerpo, 

con tus manos  tan suaves, como el agua. 

Cierro mis ojos y siento tu cabello 

que acaricia mi cara como si fueras el viento.

En el último momento… 

Tus lágrimas  sanaron mi piel,

brindándome la tranquilidad

que tanto quería.