Sacudes tu cabello largo,
mueves las calles,
los bosques y el cielo
Te acusaron de ser indio, sin alma,
sin nombre, rudo,
combatiente y hoy terrorista.
Sueños destruidos,
grises y oscuros recorren valles,
prados y montañas.
En los bordes de los precipicios y cascadas sagradas
resaltan sobre sus rocas, ojos tristes,
cansados, siempre en vigilia,
en alerta y desafiantes.
El cielo es pequeño comparado con su voluntad,
resistencia y creación.
Después de 500 años de lucha,
resistencia, estás más cerca de la tierra y las leyendas
lejos de Europa u otro continente.
Las mujeres cargan lágrimas en los ojos y alma,
lágrimas de impotencia,
malos recuerdos.
Lágrimas de agua de manantial,
de brillo de paisajes nuevos
y de esperanza de una vida mejor.
Tus acciones recorren desde el pasado hasta el presente,
con ganas de cambiar el mundo,
cambiar el silencio,
el color y las leyes innecesarias.
Devuélveme las tierras, las praderas, los lagos y lagunas.
Me voy al cielo.
Mi lucha empezó en el pasado,
al lado del sol, la luna y las estrellas
hoy quiero futuro, quiero agua,
deseo la luz.
Todo se está desmoronando, todo cambia, todo gira y todo se eleva.
Hoy quiero comer de lo nuevo, fresco, caliente y sabroso
Somos pueblos que saben luchar,
saben perder, saben ganar y saben esperar.
Somos la presencia, el espíritu de los bosques,
el aliento de un continente nuevo,
somos verde, canela y cobre.Un continente que calma la sed y el hambre,
muchos creen ser su dueño.
Un continente diferente, aromático, fragante,
un continente que sabe a todo,
vestido de mil colores y un color más que el arcoíris.
Donde el viento acaricia y deleita,
y el cielo te ilumina y viste.
Hablo del Abya Yala y su símbolo la Whipala.
Eres el alfa, el inicio y eres el ocho inclinado, el infinito.
By Walter Trujillo Moreno, Julio 2022
Poema Dedicado a la lucha eterna de los indígenas, lucha con el corazón, el alma y la cabeza, lucha por la razón, el sentido a la vida, lucha por un futuro, lucha por todo y de todos, una lucha donde un día saldremos ganando.