Me cuelga un moco
en este frio dia gris
y alcanzo mantener
el algoritmo modernista
que desemboca en alarido.
Noche gélida, de fresca luna.
Alcohol y desistimiento desangelado.
Nocturno de Chopin.
Mi piano.
Tu mano. Mi herida.
Tu herida en mi mano.
Una corchea herida en la otra mano,
un poco más allá.
El teléfono hace largo que no suena.
No hay mensaje en el whatsapp.
No titilan las estrellas.
Busco propuestas secas
en el folleto del supermercado.
Quizá sea esa la propuesta:
dialogan los melones con las vacas.
Maúlla el gato en el portal.
Ese asqueroso gato
que me estampa a diario
maullidos costumbristas
que hablan de mi soledad.
Hamburguesa de pollo y una caja de helados.
Disquisición existencial.