Poetadsym

Atardecer

Hubo un tiempo en que los días se perdían en el atardecer que asomaba en tu sonrisa, con la promesa de una Luna llena en el horizonte de tus ojos. Ahí yo permanecía esperando al alero de esa esperanza que me daba el brillo de tu rostro, el que parecía prometer una noche iluminada, con esas estrellas que parecían ya brillar en ese prometedor atardecer.

Eran tiempos en que las promesas quedaban escritas más allá del blanco de una hoja. Mis versos quedaban expuestos en cada espacio de tu piel, ahí donde yo los cogia cada noche con mis labios, y, con esa sabiduría que me daban los surcos de tu cuerpo, esa inercia poética me motivaba a escribirlos en un sensual poema que se registraba por sí solo en cada uno de tus gemidos. Ahí yo grababa en mi subconsciente esa melodía que rezonaba en tu voz y la grababa a posteriori para reproducirla en mis recuerdos, quizá para entender de que hubo, en cierto pasado, algunos días iluminados que se perdían en noches que parecían oscuras, pero que brillaban solo con esa sonrisa presente en tu rostro a la par del rostro blanquecino de lo que yo veía en tí mi hermosa Luna.

Pero ¿que sentido tiene el recordar esos días brillantes en tu rostro?

¿Qué sentido tiene el que mis versos se vean opacados por tu belleza de Luna?

¿Qué sentido tiene el acallar cada uno de mis versos si mis labios esperan deseosos poderlos gritar en cada TE AMO sobre la superficie de tu piel, ahí donde por fin me convierto en ese poeta tuyo, un poeta del ayer?