Un largo fin de semana sin ti. No es el primero que pasamos lejos, pero no por eso disminuye mi nostalgia.
Nunca pensé que podría extrañarte tanto y me pregunto, cómo pude ser tan loca de creer que podía vivir sin ti.
En esos oscuros días mi pecho dolía cual si le hubiesen arrancado un pedazo, ahora siento que las arenas no caen en este tedioso reloj. Llamame cursi o exagerada, pero así de intensos son mis sentimientos por ti. Cuento cada segundo , mirando tus fotos, esas en las que sonríes porque te lo he pedido. Releo las últimas conversaciones, incluso esa en la que tuve el arrebato de echarte de mi lado. Me refugio en esos virtuales abrazos, que a pesar de estar separados nunca dejaste de darme, para no sentir que la soledad devora esta armazón de carne porque mi alma se fue contigo.
Cuarenta y ocho horas que van llegando a su fin...ya se acerca la noche, sólo un poco más Habibi y estaré en tus brazos.