Los hijos son como pichones
que al crecer dejarán el nido
y sus padres quedan dichosos
porque su deber han cumplido.
Cuando los hijos se nos van
no debe ser motivo para sufrir,
porque cuando ellos crecen
buscarán su propia forma de vivir.
Los hijos así se vayan de la casa
siempre nuestros hijos serán
y no perdamos la esperanza
que algún día regresarán.
Lo mejor que podemos hacer
para los hijos en su formación,
es llenarlos de valores y principios
con una excelente educación.
Y el día que nuestros hijos
tengan que irse del hogar,
es porque están preparados
para salir por su vida a luchar.
Cuando los hijos se van
una gran tristeza sentimos,
y los padres no debemos olvidar
que nosotros también nos fuimos.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,09/07/2022.