(A Diego Calavera)
Alguien ha penetrado,
mitigando su silencio,
En el velorio de lamentos,
Nunca deje de besar ecos.
Como destinos que se enlazan,
Pero que jamás se unen.
Entre amapolas carnívoras
maídos óxidos a la luna sangrante
emprende su
marcha
entre lobos escarlata.
Bruñe mis lágrimas
Hasta transformarlas en
Perlas aterciopeladas
Entonces mis quejas son purificadas por el
fuego de donde proviene
el amor.