Encierra tanto esa frase
hasta deja inquieta la esperanza,
que no haya reencuentro
no depende de nosotros,
cuánto lo sabemos; quizás más deseado,
el hecho de sentirlo
conduce y parpadea en armonía infinita.
Como cada encuentro, como cada cercanía,
sentir ese placer del existir
en la misma medida del sabor en despedida,
hazme saber la vía posible
de darme cuenta que vuelves.