Nadando en aguas cristalinas,
nadando contra la corriente,
escuchando del mar las sinfonías
y las canciones de las ondinas.
Cuando la marea se aproxima,
nado para encontrar tu amor,
me convertí en una sirena,
la sirena de tu corazón.
La marejada no es impedimento,
para llegar a la playa en un momento,
para decirte lo mucho que te quiero,
para besarte con todo el sentimiento,
para borrar de tu mirada el sufrimiento.
El mar me trae la brisa,
que retoza con tu risa,
el mar me hace soñar,
con tu dulce suspirar,
suspiros que llegan y me atrapan
como una red, tejida con hilos de nacar.
Las caracolas vienen y van,
dejando una estela, al pasar
por las doradas arenas,
arenas de mi ancho mar.
Las olas golpean el acantilado,
igual que mi corazón enamorado
golpea mi pecho
y deja mi alma vibrando
como campanas que tañen,
llevando su tilín...tilán
hasta donde se pierde
del océano,su inmensidad,
que a nado pude atravesar
para tu amor poder lograr.
¡Yo soy una sirena encantada
que tu amor vino a buscar!
Felina