Ben-.

Ojos desvencijados-.

Como un ojo desvencijado

pendo de un filamento destrozado

mis límites son aquellos

que guardaron eterna semejanza,

siameses en los labios, observo

y no hallo.

Mi gratitud es falsa

al igual que mi piedad,

soy de los que usan bolsas de plástico

y anidan en los vertederos más humildes.

Miento ejemplarmente

mis caries son posiciones adversas

lamento de carne purulenta,

mi boca se llena de hormigas.

Clorofila toman mis manos

donde se quiebran los espejos,

como nidos de antaño tan húmedos.

Fui arrancado brutalmente

anestesiado de los días infelices,

violentado por célebres indiferentes

consumiendo mi hígado, buitres.

Y al fin, destruido por las calles,

navego sin rumbo fijo, ermitaño

como un jacinto en la despensa

arañada-.

 

 

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