Hay una pareja de amigos, para algunos apreciada;
Para otros no son tanto y es más bien menospreciada.
Más que amigos son maestros que brindan su compañía
En esos duros momentos que nos golpean la vida
A pesar de sus carencias y con sus limitaciones,
Ofrecen paz y sosiego para el tormento y la pena.
Esta pareja de sordos y, por ende, también mudos,
Se encuentran en cualquier parte, aunque no se dejen ver.
Hacer ruido y muchedumbre, son disfraz de su virtud
Su valor se salta lo material, pues excede el precio de cualquier metal;
Si son mucho, son muy malos y muy poquitos, también.
Porque es en la balanza donde está su gran poder.
Valioso es su aporte a la paz mental,
Ahí se oye el silencio, cuando éste quiere gritar,
Abrazando a su amada, su querida soledad.