Pyck05

PEDÍ TU MANO...

Pedí tu mano,
quería retenerla
entre la mía.

Ambas temblaron,
igual que nuestros ojos
y corazones.

Y nuestros labios
se hablaron \"sin palabras\",
como en la infancia.

Éramos niños,
en hombres encarnados,
ya casi ancianos.

Era el otoño
dorado de la vida
con sus abrazos.

Y en ese cuadro,
tan bello y admirable,
viví un poema.

Tú eras el verso,
y el junco que vibraba
con el rocío.

Tú eras la estrofa,
de música sin nombre
en mis oídos.

Y yo te amaba,
pequeña mariposa,
en ese sueño.

Rafael Sánchez Ortega ©
13/07/22