Abandono
Habita con silencio tan profundo
lejana con la espuma de los mares
dolida sobre rocas y manglares
el alma en soledad de un errabundo.
Su sombra se asemeja a un moribundo
su rostro lo delata en los rogares
perdidos han quedando sus soñares
cenizas se volvió su amor fecundo.
Vagando va sufriendo el abandono
el alma va sangrando adolorida
es hondo su penar con cruel encono
la cruz, pesada carga su partida
un tósigo mortal, certero arpono
es agua de la fuente mal vertida.
Malco