Destinado al abismo,
despierto una tarde recordando esos sueños,
en los que ella es mia
y su personalidad danza en el aire
con mis motivaciones...
Las letras estan sucias, enchastradas, manchadas,
cansadas de digerir mis penas hacia observantes,
hacia nadie.
El calor de la habitación
desespera, irrita,
a este alma quejumbrosa.
Necesito esos sueños de antagonía,
en los cuales me mido
con corazones tan únicos,
pero al despertar intuyo
la falta de valía.
Esas brisas tibias solo prometen
mantener el contacto, en silencio,
no saben mi desesperación
por contar, por divertir,
por enarbolar.
El abismo estremece, no tiene
arriba ni abajo, techo ni porqué,
me encuentro desnudo
aprendiendo a flotar en el vacio.
Queriendo volar a velocidad luz,
pero contengo cien fuerzas de gravedad
en una cavidad en mi pecho,
bajo las cuales no logro siquiera
generar un sistema de movimiento adecuado,
mientras las brisas
pasean, parlotean,
burlan.
Conocen a astronautas,
mientras el ocre abismo
corrompe esperanzas,
y no claudica una milésima
en el acto de aplastar sueños.
La soledad escribe mi nombre
en sus documentos de sellos ancestrales,
ya se aburre de mí, nada nuevo aporto,
la soledad absoluta ya me conoce todo.
Ante el abismal destino,
dormito otra vez, y van miles,
buscando esa clase de sueño,
donde ella es mas real
que en la realidad misma...