Indivisible el pensar resumido en un silencio,
un haz se deshace de todo,
quedando plasmado en un mural de ilusiones.
Sale el hálito caliente de los pasos del incansable,
entras a la habitación de un fugaz exilio,
inexorable el avance de la brújula del ego.
Son intrépidos los anhelos y desencantos,
labrados y disueltos en el movedizo terreno
y sobre el arcén yacen alzados y dormidos.