Hoy, perdí a un amigo.
Como en tiempos lejanos,
La noticia llega errante
Decir cosas inquietantes.
yo era amigo de un oponente
que luchó contra nosotros.
acabo de ir a tu cumpleaños
Como en la época de mis abuelos.
Job era su nombre,
Jurista y teólogo en confusión,
me ilumino una verdad
Que pocos todavía creerán.
Juan, gran maestro de sabiduría,
Me abrazaste desde el corazón,
Las armas callaron de una vez por todas,
Con una explosión de alegría.
¿Por qué tanta lucha?
si hablas tan bien
Ese abrazo que escurre
¿Las lágrimas de dolor de este rehén?
Ahora, en paz, no olvides
Que todos merecemos el perdón.
Lucha sólo en malas cabezas,
Porque los destinos se cruzarán allí.