Mirta Elena Tessio

¡¡ LAS MUJERES QUE ME HABITAN!!

No te vayas, fui tu hija

mientras nuestras manos se entrelazaban

paseábamos y yo en ti confiaba

y mis ensueños en ti tiernamente reposaban.

 No te vayas, soy tu madre

mientras tus manos apretaba

nunca quise que te fueras

de mis entrañas,

pero te deje ir a tierras lejanas.

Y aunque te fuiste y echaste raíces

tu sabes que en mi, esta tu morada.

 

No te vayas, fui tu hermana

mientras nuestras manos se juntaban,

el tiempo desprolijo tropezó en nuestro juego,

y te perdiste entre las nubes de un cielo sin final,

pero sigues estando entre mis empolvados recuerdos.

 

No te vayas, fui tu nieta, la pequeña

quien contigo de la mano tomada,

hacíamos un recorrido

por las veredas del alma,

aún te veo entre la niebla

con tu manos amantes de la tierra.

Hoy, en esta adultez de manos llanas

me toma de las manos

el ángel de la guarda,

el que guía mi solitario camino

el que se anuncia con campanas