Al cenutrio pueblo le llega el mesías
Cargado con oro y demás fantasías.
En medio de ignaros y doctos, se camufla un buitre
Recordando los tiempos cuando él, era el belitre.
Mientras tanto el vulgo, incauto y perezoso
Se ha comido el cuento del vivir sabroso.
Esperando auxilios y limosnas escazas
Aguarda el milagro, dividida la raza.
Porque todo le es malo… incluido lo bueno,
Ha elegido el cambio que reventó el freno.
Un pueblo despierto y de justicia sediento,
Ignorando el puñal que se clavó por dentro,
se fue con el cafre vendedor de humo
que ahora le saca de a gotas el zumo.