Regresamos y ya no es el mismo lugar
Miramos a nuestro alrededor
Y los aullidos se embisten contra el viento
Juramos ante los dioses
Y nuestra voz se encuentra perdida
Suspiramos los instantes de un segundo ilimitado
Recuperamos el tiempo
Lo hicimos infinito cuando tatuamos las imágenes
Cuando la vida dejó de ser un simple número
Entrelazamos nuestras manos
Llenamos de besos el silencio
Mientras construimos con y para la vida
Tomamos del rayo lo incesante
Y sometamos los temores naturales
Viendo nuestros ojos enlazados
Sintiéndonos vivos en las sombras
Llevando el calor que nos deje cobijados
Bajo los extremos de la risa
Bajo nuestra sombra ahora iluminada