Deseo vivir con pena y con gloria:
La pena de vivir la vida misma, caminarla, tropezar y caer; la gloria de levantarme ante cada caída.
Asimismo, ruego retirarme sin pena ni gloria:
A la primera dejarla sepultada para poder partir limpio y puro; y a la segunda entregársela al que venga detrás mío.