Ben-.

Sobre el enmudecimiento-.

Nos faltan labios

o mariposas hostiles

esas leguminosas que

aprenden su destino

sobre un columpio exacto.

Nos faltan labios sí

ese cuerpo irredento

desfallecido por bocas harapientas

que cubren su aliento de rosas.

Carecemos de esa liturgia hermosa

donde llantos apenas sirven sin geografías

de muerto, mientras en las llamas crecen

secundarios relojes. Sí, lamentemos

la carestía de los artículos, su blanca

emancipación de muslo tatuado, y esa

pared de gusanos por los que el demente

aproxima sus ojos.

Ya no quiero y tengo las lágrimas pútridas.

Mi enmudecimiento será total, si las salivas

no ejercen su sol sobre mi cuerpo de látigo.

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