En medio de soledad,
de abandono, del silencio,
me aferro a tus recuerdos
a tu forma de besar;
sin embargo, sabe a sal,
a amargura de acres sueños,
se acrecientan mis lamentos
porque sé que tú no estás;
y entre un loco frenesí,
vuelvo a escuchar esa voz,
que me vuelve a hacer feliz
con tan ferviente pasión:
y te busco revivir
con la fuerza de mi amor...