Esos amores de ayer
que fueron de luz poesía
hoy los quiero dibujar
con inspirada placía.
En los rincones del alma
y archivos de mi memoria
resguardada se ha quedado
de ese tiempo bella historia.
Mi lira quiere tocar
para cantarle a los vientos
en letras llenas de luz
mis íntimos sentimientos.
Un canto pleno de sol
mis versos quieren decir,
con la nota celestial
que hace soñar y vivir.
Voy a pintar el color
de mis esbeltos pinares
que dieron sombra una vez
a mis primeros soñares.
Un poema forjaré
que señale los caminos
por donde anduvo ilusión
oyendo de amor sus trinos.
En lienzo de blanco tul
quisiera plasmar la faz
de aquel amor infantil
tan hermoso y tan fugaz.
Recordando estoy la potra
de la pasión desbocada
que llenaba de placer
mi lascivia apasionada.
En sedas de tersa piel
dejé huella de mis besos
provocando la erupción
de magistrales excesos.
Aquel trinar que escuché
del romántico canario
en mi pecho lo prendí
como bello relicario.
Cuando veo algún laurel
que ondula serenamente
recuerdo la dama hermosa
llena de pasión ardiente.
Entonces vuelvo a sentir
que aún palpita mi vida
y doy gracias al amor
por tanta dicha vivida.
¡Y revive la emoción
de aquellos tiempos grandiosos
cuando disfruté a granel
los idilios más gloriosos!
Autor: Aníbal Rodríguez.