Se expande desde siempre la misma sombra
que nació en el principio de los principios,
aquella que continuamente se asombra
al llegar a un reiterado precipicio.
Estercolero que alberga inmundicias
que alimentan los egos de mucha gente
desde esa fósil historia que pronuncia
el verso de los errores recurrentes.
Llueve mucha sangre, injusticia y horrores
que las oscuras nubes del egoísmo
deciden condensar en lugar de amores.
Aumentan el sano intelecto y la ciencia
que no protegen al mundo del abismo,
expuesto a un futuro de maledicencia.
José Antonio Artés