En un cielo de torvas y lánguidas tristezas
ya se agitan mocosas las agudas premuras,
desflecándose cansinas las gratas bellezas,
ganancias viles, herencias de dos mil usuras.
Se quedó el canarito sin sus granos de alpiste,
sin el pan la jefatura mono parental
madurando in crescendo lo virtual y visible,
sin trinos ni cantos el futuro carnaval.
Herejes laicos pro Estado de Bienestar,
con sermones falsean derechos garantistas,
camufladas las plusvalías monopolistas.
Calamidad entre grietas a visualizar,
anclan desdichas en el cantegril de las mugres
atascados en crueles pesares... sin legumbres...