El desespero por el dinero.
Se equivoca Ernest Hemingway
Dios no se olvidó del dinero,
le dio al hombre libre albedrío
y en su abusivo y torpe empleo
y errada decisión, se olvidó de él,
ejemplos hay a la orden del día
el más prístino y emblemático
su desmesura en “La torre de Babel”.
Hermes Varillas Labrador
#FormandoCiudadanía & #ElArcoIrisDeLosNiños
Inspirado en la frase: “He nacido para disfrutar la vida, pero Dios se olvidó del dinero” — Ernest Hemingway, libro París era una fiesta