Algún día no muy lejano
quizás los enhiestos abedules
ya no quieran mirar al cielo
y decidan descansar en la madre tierra.
Tal vez con el tiempo mis ya cansados ojos
decidan nublarse borrando tu amada imagen
y me pierda en la magra oscuridad
de mi impenetrable soledad.
Pudiera ser que el enamorado Sol
deje de perseguir a la engreída Luna
y en un momento de locura
opte por conquistar a una estrella.
Pueda que algún día mi cándido corazón
abandone su monótono latido
y en un arranque de locura
decida borrarte de mis sueños.
Todo puede suceder con el tiempo
lo más innegable e imperecedero
lo más puro y sagrado en el amor
puede ser arrancado de los sueños.
Pero mientras mi alma llora
mientras mi corazón late
estarás en mi pensamiento
y sé que jamás podré olvidarte.
Lima 12 de junio del 2022