Ante tanta pesadumbre,
marché al rio del olvido,
para que mis penas
se fueran con sus aguas
Al llegar me sentí frustrado
un cartel me advertía,
\"no llevamos dolores del alma,
solo rescatamos
alegrías del pasado\".
Me quedé paralizado,
mis ilusiones volaron
hacia el cielo de los sueños
Mi Ángel de la Guarda
que en acecho estaba,
me alertó que aprovechara
y pidiera que el rio me devuelva
las sonrisas que la vida había borrado.
Hice el trámite que mandaba
el protocolo
recibí como respuesta,
el recuerdo de los días
en que nunca estaba sólo
ella me acompañaba
y me daba la felicidad soñada
Retorné feliz,
al recordar tan lindo pasado,
mis penas se habían disipados.