Jota Isak

ESTIGMA

AYER,

arrogante, hirsuto,

pedregoso, oscuro,

tirando a negro y

perdido en crápulas

bohemias en exceso.

HOY,

apacible, sereno,

impertérrito, claro,

tirando a puro.

Me das a entender,

con mirada acusadora,

que volver contigo

arrepentido es

imposible ahora,

pues el estigma de

la inocencia de no 

ser inocente, la culpa

de no ser culpable y la

pureza en que ando por

impuro, siempre

estarán presente.