Me condena la ignorancia de ti.
Nadie me supo decir quién eras.
Tampoco pensé que tú te fueras.
No lo pude evitar y lo comprendí.
Cierto fue, que en un infierno viví.
Mi dolor fue, en verdad, infernal.
Siempre temí sería un final fatal.
Para ti, todo acabó, en tu huida.
No todo es puntual en esta vida
y en tu falso amor, yo me perdí.