Vuelvo con los piés llenos de tierra,
y un placer me irradia el corazón,
en mi pecho va tatuada una vieira,
cómo cuento esta aventura,
sin que sobre letra a esta canción.
Tren que te me escapas de las manos,
con pasados sobre los que hablar,
pié con pié, manos con manos,
caminar desde temprano,
hasta el catre cama de otro hostal.
Ser como el café de la mañana,
que nace de aromas junto a tí,
no nos conocemos y no importa,
beberte a tragos pequeños,
y saber que estás cerca de mi.
Si quieres subir a esa escalera,
que te eleva y abre a otra verdad,
aprieta el paso y no te detengas,
ven ligera de equipaje,
y camina sin mirar atrás.
Hasta el paraiso de tus...
labios, que recuerdo al caminar.
Quedé amarrado a tu cuerpo,
como un barco atraqué al puerto,
de tu mar,
navegué por tu mirada,
y encayé junto a tu alma y...
Oyes mil secretos y esperanzas,
buscando un mañana que se fue,
de ilusiones perdidas y amor sin cama,
caricias en la distancia,
y destinos a los que volver.
Meigas que me alejan de tu estrella,
árboles y frondas llenas de humedad,
murmullos que rondan las cunetas,
que se pierden y te encuentran,
que se vienen y se van...
Hasta el paraiso de tus...
labios, que recuerdo al caminar.
Quedé amarrado a tu cuerpo,
como un barco atraqué al puerto,
de tu mar,
navegué por tu mirada,
y encayé junto a tu alma y...
... te vas.