A LA MUJER DE CASCA
Hoy quedé, ¡¡¡tan perplejo y gratamente anonadado!!!!
por tanta belleza, que irradias ¡oh! mujer casquina,
no hay palabras, ni canciones, para describirte,
pues la pureza de tu hermosura, es fascinante y maravilloso.
Eres la magnificencia terrenal y el orgullo conchucano, por siempre,
una singular belleza natural y de ojos color café,
que hipnotizan a los galanes, que admiran tu rostro angelical,
una simbiosis que encaja con los hermosos parajes de la Provincia.
¡Toda una reina, del jardín esplendoroso de puro amor!
Dulce mujer, delicada, encantadora y muy laboriosa,
eres la belleza que encandila los corazones enamorados,
que ilumina, la vida cotidiana de todos los mortales,
tu carisma que contagia y encanta, con tu subyugante linda sonrisa.
Simbolizas a todas las mujeres bellas de mi Ancash Querido,
hermosa pareja, para bailar un zalamero ritmo chimaychero,
casquinita, que guía mis pasos, hacia un camino y sendero de felicidad,
¡oh! mujer andina, regálame tus besos, para ahogarme en tu regazo.
Eres cual mujer, esplendida, perfecta, exquisita y valiente,
que emanas destellos con tu pintaybata, de luces multicolores,
inspiración divina para los poetas, que se rinden a tus pies,
con emotivas letras y refulgentes versos floridos,
que llena mi alma, con tu querer puro y noble, mujer de Casca.