Perdóname si te ofendo, pero tienes unas hermosas manos. Pocos hombres he visto que las tengan igual de bellas.
A pesar de su firmeza son finas, de un corte tan exquisito, que parecen las de un pintor o un pianista. Tus dedos tienen un perfecto término medio que llega a su esplendor en la blancura de las uñas. Suaves y cálidas al tacto, invitan al placer y las caricias.
Tengo que marcharme y cómo despedida te diré que nunca vi unas manos tan deliciosamente seductoras.
Intensity ✍️
18/5/2005.