Las palabras vuelan lejos
solo quedan las acciones,
no importa las religiones
ni los miles de consejos.
Queremos llegar a viejos
pero somos prepotentes,
blasfemamos de creyentes
y lo usamos de bandera,
por eso les soy sincera
hay muchos incoherentes.
Para ser buenas personas
importa las convicciones,
lo interno en los corazones
incluso cuando perdonas.
Si con actos decepcionas
ninguna creencia avala,
por eso no se señala
al que piensa diferente,
él también vive, ama y siente
sin patrones que acorrala.
Y la calidad humana
solo en acciones se mide,
así cada quien decide
a quienes cuida mañana.
No solo ser puritana
ni ser todo un extremista,
con no ser un terrorista
tampoco satanizando,
mucho mejor ir amando
y evitar ser egoísta.