Es la hora del ocaso
y el Sol abraza el mar
con sus rayos de oro
sobre la espectacular bahía.
Multicolores y minúsculas siluetas,
en el viejo muelle
son mecidas sin descanso
por el brazo fosforescente
del monstruo azul de cien cabezas.
Dorados destellos de un Sol que agoniza
se cuelan fugaces
entre la arquitectura gótica
de las imponentes catedrales.
Fenece el día
y la mulata dormida respira tenue y delicada,
con suaves céfiros apenas perceptibles.
El horizonte es de fuego
con anaranjadas brasas de un arrebolado
crepúsculo de estío.
Nostálgicas lágrimas del cielo vespertino
salpican con traslúcidos diamantes
el prado tierno de la solitaria plazoleta,
donde por la tarde los eufóricos gritos
de los encantos infantiles
inundaron de algarabía
toda la barriada.
Ahora sólo tenue luz anaranjada
y envolvente quietud.
Pienso en ti y todo a mi alrededor lo envuelve la soledad.
La solitaria calle me invita a caminar.
Cruzo el umbral de un apestoso cuchitril
que me cobija amigablemente.
Una bella mesera me ubica junto a una ventana.
Me trae un vino rojo como símbolo de la noche... esa misma noche
que a través de la ventana nos contempla
con su hada mágica a punto de parir.
De norte a sur la Vía Láctea se dibuja
cual gigantesca alfombra de diamantes siderales.
¡ Cómo me asombra esta bruja milenaria,
redonda y amarilla, con sus plateados reflejos sobre los sauces llorones!
La canción de la noche me eleva a las estrellas,
desde donde me asalta el devenir del tiempo, con su pretérito canto de lo divino
y su esencia de lo humano.
Este vino rojo activa mis sentidos
y puedo alcanzar la arrolladora inspiración
de una poesía celeste...
Esta lírica de otro tiempo y otro espacio
es el lenguaje del ser
y el susurro sagrado de los dioses ancestrales...
Aquello nos conecta a nuestra más profunda esencia de lo infinito...
Poesía de Luna; morada del genio con su lenguaje indescifrable e imperecedero;
su música inmaculada y sus vibraciones galácticas.
! Oh, armonías templadas y voces celestes que bullen dentro de mí
y quieren revelarse desde
mi más profundo ser!