Creo en ti
y en tu mirada.
En tu paso rápido
y tu ser sin ayer.
Creo en tus besos
de agua clara.
En tu pan fresco
y desnudez.
Creo en tus horas
y tus mañanas.
En el aroma de las flores,
en tu ombligo que no se ve.
Creo en el calor
que siempre emanas.
En tu bondad sin dueño
y en tu quehacer.
Creo en el verso
antes del alba.
En saberte dormido
y en tu lucidez.