Esparcida por el aire
deja su fragancia ella,
con su aroma y glamur
como una fina huella.
Se desplaza lentamente
altiva con gran donaire,
con tanta delicadeza
que va acariciando el aire.
Su mirada es penetrante
dejando un claro mensaje,
para no confundir a una reina
con una mujer salvaje.
Con una gran atracción
por su elegante presencia,
no deja de ser atractiva
para la más exigente audiencia
su gracia no es común
por su forma de tratar
y todo el que la conoce
jamás la podrá olvidar.
Su presencia es muy notoria
aunque no es una estrella
y siempre por donde pasa
nunca deja de ser ella.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,23/07/2022.