Los aromas y sonidos son llaves de las puertas que contienen los recuerdos.
Transportan a momentos exactos y detonan el sentir.
Puede que uno se olvide de las líneas exactas de una sonrisa ...
Pero la sensación de Lo que transmitía se queda intacta.
A veces los recuerdos se visten de sueños y nos visitan de noche, aún sabiendo que no durarán uno los vive por puro reproche, somos amos de vivir y revivir Lo que nos toque.
Lo bueno de que estén guardados es que puede uno sacarlos y acariciarlos.
Lo malo es que no puedes volverlos realidad ni mudarte con ellos al tocarlos.