Nuestras manos esculpen el mármol en las nubes
Permitiendo nacer el día que aspiramos
La lluvia que llega desnuda, salpicando las ventanas
Su brisa como canto libre
Cerrando nuestros ojos, abriendo los sentidos
Nuestras manos abriendo el vientre de la tierra
Donde entregamos la semilla germinada
Para que nazcan las flores cual doncellas
Conscientes de su amor y sus aromas
¡Ojalá fuera el mármol en tus manos ¡
para brotar de ti como la simiente
Para ser la flor que anhelamos
Y abrirnos al día en tonos blancos
¡Ojalá fuera la nube en tu cielo claro ¡
Para caer de ti como la lluvia
para humedecer el día que deseamos
Y desarropar ingenua, la mañana
¡Ojalá fuese la flor que tanto ansias ¡
Para entregar mi vida en tus tibias manos
Y cruzar latitudes como estrellas
Cuando tu mirar de ninfa me ha besado