Sábanas blancas,
tendidos extendemos,
un solo ser que abarca,
una fusión a eternos.
Sublime seda en palmas,
un territorio en cama,
y blancas alas,
toco a fondo el alma.
Angelical encuentro,
mi voz viento,
ordena postura dentro,
concede tu cuerpo abierto.
Cortinas a luna que mira,
bendice mis flexiones,
arribo que trasmina,
a clímax erupciones.
Velas que se apagan,
tus ojos se cierran,
palabras alagan,
y dos se desaferran.
El entorno calla,
mientras dos voces hablan,
el amor se halla,
entre sábanas blancas.
Lic. Isaias González Arroyo