jesus alberto porras

Nuestro pecado

 

Que rico es besar tus labios,

 fruto prohibido
eres. 

Mi pecho es tu almohada,

 mis brazos tu abrigo, 

nuestros cuerpos son Fuego,
 caricias mutuas, 

 Pasión de un deseo ferviente.

Nuestros cuerpos arden,

la noche se alumbra,
nuestros cuerpos tiemblan,

sedientos de nuestros vinos.

Locura de un deseo,
esta pasión,

desenfreno de besos y gemidos.

La noche es nuestro testigo,

esta entrega es total,
sin tregua solo amor,

de un amor real.