Estaciones van pasando
y yo no me acuerdo de nada,
ni de dónde vengo
ni a dónde voy
ni por qué esta sucia calle.
Vago entre dos mundos
pasajero de la espiral
con en el rostro los difuntos
que me han marcado tanto
yo siempre inmerso en mis asuntos
como quien fuera conspirando
vivo y muerto a un mismo tiempo
esperando el día del final
en un suspiro todas mis penas concentradas.
Tanto errar
para que ahora barreras me impidan el paso
yo entre galaxias siempre lejano
pensando en ti a las tantas
con el deseo puesto en llamas
fumando en silencio mi desesperanza
y cayendo para siempre donde no me salvas.