Ya no importa aquel pasado
ni recuerdos o memorias.
¡Que se quede ya olvidado
como polvo de la historia!
Que al abismo de la ausencia
arrojemos hoy los besos.
Y en pedazos se convierta
el ayer y sus momentos.
Y si fuimos leña ardiente,
consumida en la pasión,
las cenizas hoy que vuelen
y que pierdan la razón.
Enterremos todo aquello
que motivó nuestro amor.
Y después de su sepelio
despidámonos los dos.