Qué no alcanza su máxima expresión
Qué cielo no se llena
Qué no se desborda y casi siempre colapsa
Qué no se desprende o de pronto se rinde
La promesa del humilde
La bendición
De quien sostiene un caldero
De quien es recipiente
Es posible que la necesidad de nada
Asome los toneles
Ante la luz del cielo
Tener puede ser igual a una necesidad falsa
Una lluvia súbita
Calmante de afectaciones adquiridas
Comparto mi vulnerabilidad
Como una fruta mordida
Narro la fragilidad del presente
Del tamiz de tu mirada
Que proyecta lluvias venidas
Que refrescarán nuestras vasijas