Descrita en los tabloides del recuerdo
se encuentra de diciembre aquella tarde;
que llena de fervor tu me juraste
hacer de nuestro amor un lindo cielo.
Tenía tu mirada aquel reflejo
que borda de ilusión hermoso traje;
su rayo tan sutil, sereno y suave,
brindaba al corazón divino ensueño.
Las rosas exhalaban su perfume
y trinos de canarios se escuchaban;
y versos florecían en mi numen
lo mismo que florecen las guirnaldas;
pintando de la vida luz que fulge
con bellos resplandores de esperanza.
Autor: Aníbal Rodríguez.