¿Donde estás?. Ya no la encuentro:
¿cómo hallar algo en putrefacción?.
Mi media naranja para un adentro
ciego como pozo vacío sin vibración.
Una cascada monótona y de desgana
tengo en mi alma que arruína mi sed,
una sed de amor que siempre me gana
y como buen perdedor hablo con la pared.
Al fondo un espejo... yo soy hierro
y en el secreto comienza mi locura,
porque paso hambre y al escrito me aferro
sin más grandeza en la sombra de la hondura.