Sobre el alicaído de mi sueño,
que quería llegar supremo.
raspa cruda realidad un dueño:
error que en venas temo;
tomo mis alas, las tiño de negro,
mi ímpetu lo hizo enfermo,
cambio mi alegro.
Que por no limpiar mis vuelos
y enderezar el mal sendero,
quedó mi sueño sin ángel por los suelos
sin gracia real de Cristo en un madero.
Isaías Glez.