Ya una muerte u otra
algo que definitivamente está
muriendo, que se descorcha
entre las tripas de la ventisca;
con nieve, con muerte, con llanto
o sollozo plenamente esporádico.
No pienses: en la caligrafía no encontrarás
su razón ni su rostro. En los manteles,
tal vez, profanados por los numerosos
espíritus, halles forma oblicua u ovalada.
Para tu llanto ejemplar, para tu dicha
innombrable, para este cansancio de rosas
y carne marchitas-.
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