Infranqueable y triste, naufraga el olvido de tus recuerdos junto al mar,
naufragando, se hunden sobre las olas, las penas, en trémula embarcación;
perdido el néctar delicioso del amor, a través de tus pupilas inquietantes
el alma, de pasión herida, se niega a la palabra amarga en el adiós
Adiós, palabra breve, lastimero gemido murmurante del herido corazón
Adiós, triste y apasionado, gerundio, pasado imperfecto del verbo amar,
desde primavera hasta el invierno, la vida sigue, negándose a decir adiós;
despedidas de pasiones lujuriosas, de aquellas noches de pecados aberrantes
Adiós, a la cruel claridad que fue cayendo en la tarde del ocaso en el mar