El régimen alimenticio
Autor: Maikel Mendoza
Me pagaron la quincena,
traeré algo de comida,
todo a su justa medida,
según falte en la alacena,
para una liviana cena,
porque la dieta me obliga,
que un régimen duro siga,
para cuando el hambre ataque,
tendré algo que la aplaque,
si me truena la barriga.
Con lo estricto y necesario,
creo que sobreviviré,
con ese fin compraré,
invirtiendo mi salario,
para el alimento diario,
traeré aceite y harina,
huevos, sal y margarina,
azúcar, arroz, galletas,
siempre veo las etiquetas,
que sean de marca fina.
Para las arepas: queso,
salchichas también jamón,
todo en su buena porción,
así verán mi progreso,
que no se me vea el hueso,
porque quiero estar en forma,
y según la estricta norma,
frutas debo consumir,
así me podré nutrir,
Como el médico me informa.
Naranjas, mango y melón,
cambures, patilla y coco,
los comeré poco a poco,
Sin ninguna distracción,
y no tendré compasión,
de la piña y la lechoza,
porque el hambre es peligrosa,
y vive matando gente,
en países del oriente,
de una manera asombrosa.
Las carnes pollo y pescados,
siempre magras, baja en grasas,
las pasare por las brasas,
también los hago guisados,
alimentos refinados,
debo mirarlos de lejos,
atendiendo los consejos,
que manda el nutricionista,
con esta pequeña lista,
se acabarán mis complejos.
Hacer ejercicio a diario,
eso nunca a mi me falta,
pues cuando el hambre me asalta,
sin importar el horario,
corriendo hacia el recetario,
voy quemando calorías,
recobro las energías,
con un plato de mondongo,
porque cuando me dispongo,
así doy los Buenos días.